Es
un conjunto de datos que hacen a la esencia del mismo, es necesario desarrollar
una serie de cuestiones que sirvan para describir y justificar al proyecto.
La
denominación identificada del proyecto, pero esto, obviamente, es insuficiente
para tener una idea completa acerca de que se trata el proyecto, llega un punto
donde, hay que realizar una descripción más amplia del proyecto, definiendo y
caracterizando la idea central de lo que se pretende realizar. En varios casos,
esta caracterización o descripción hay que hacerla, contextualizando el
proyecto dentro del programa del que informa parte. Es decir, se trata es de
ampliar en sus aspectos esenciales la información que proporciona la
denominación.
La
denominación no conviene que sea excesivamente extensa, ya que a lo largo del
proyecto se ira ofreciendo información complementaria de todos sus aspectos lo
que se pretende es que la persona que desea conocer el proyecto pueda tener, de
entrada, una idea exacta acerca de lo fundamental del mismo: tipo, clase,
ámbito que abarca, contexto en el que se ubica desde el punto de vista de la
organización.
Al
pensar en la formulación de un proyecto surgen varios interrogantes que de
alguna manera ayudan a construir el marco referencial de dicho proyecto, la
viabilidad y puesta en funcionamiento de un proyecto se da en tres momentos; el
estudio inicial o perfil consisten en la información existente, del juicio
común y de la opinión que da la experiencia. En términos monetarios solo
presenta estimaciones globales de las inversiones, costos o ingresos, sin
entrar en detalles. Aquí se busca determinar si existe alguna razón que
justifique el abandono de una idea antes de que se destinen los recursos. En
este aspecto será necesario tener en cuenta adicionalmente, un perfil cultural,
es decir, las características propias de la región, el sector que se va a
intervenir, sus potencialidades o deficiencias (FODA) la siguiente etapa es el
estudio de investigación o pre. Factibilidad el cual se basa principalmente en
información de fuentes secundarias para definir, con cierta aproximación las
principales variables técnicas, de mercadeo, de producción, financieras y
administrativas. Esta etapa se caracteriza por descartar soluciones con mayores
elementos de juicio. Y por último encontramos el estudio final o de
factibilidad este se elabora sobre la base de los antecedentes precisos
obtenidos mayoritariamente a través de fuentes primarias de información.
En
términos generales son cinco los estudios particulares que deben de realizarse para
evaluar el proyecto:
·
Viabilidad comercial o del mercado; indica si
el mercado es o no sensible al bien o servicio producido por el proyecto y la
aceptabilidad que tendrá por su consumo o uso. Estudia los fenómenos de oferta
y demanda, las características del mercado, definido este como un espacio
social, virtual, flexible y dinámico, conformado por la organización como tal,
por sus usuarios reales y potenciales y por los competidores teniendo en cuenta
el ciclo de vida de los productos o servicios.
·
Viabilidad técnica, es el que estudia las
posibilidades materiales, físicas, químicas de producir el bien o servicio que
espera generarse del proyecto. Involucra los costos directos e indirectos de
fabricación del producto o de prestación del servicio.
·
Viabilidad dela plataforma jurídica; este
contempla dos ámbitos el externo, que nos muestra las regulaciones jurídicas
existentes que hacen o no viable la puesta en marcha del proyecto y las de
carácter interno, que nos remite a revisar los procedimientos, el análisis de
información para identificar el tipo de servicios que la empresa está obligada
a prestar, de acuerdo con la filosofía institucional (misión, visión, y valores
corporativos).
·
Viabilidad de la gestión, se refiere a la
capacidad administrativa para emprenderlo. Define las condiciones mínimas que
se hacen necesarias para emprender el proyecto tanto en lo funcional, como en
lo estructural. Por lo tanto define el organigrama, manuales de funciones y
procedimientos, estrategias operativas y cronograma del proyecto.
·
Viabilidad financiera, estima la rentabilidad
de la inversión. Para ello se determinan los recursos financieros (fijos y
corrientes), los ingresos estimados, los costos operacionales, las fuentes de
financiamiento, así como un cronograma de la inversión.
“una
de las sorpresas más agradables que podemos encontrar al comprometernos
totalmente con algún proyecto específico es que surgen fuerzas y oportunidades
que no hubiéramos imaginado hasta entonces” Doménico.
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